Las exportaciones de artesanías del marfil vegetal hacia los Estados Unidos han sufrido grandes disminuciones. Los comerciantes están preocupados
Carlos Román está desanimado. La crisis económica mundial le ha quitado muchos clientes a los cuales vendía sus artesanías de tagua.
Instalado en un puesto de ventas en la Fiesta de la Cosecha, realizada recientemente en su natal Puerto Loor, del cantón manabita Rocafuerte, Román mostraba a los presentes todas sus creaciones elaboradas en tagua. "Este pequeño elefante tiene un costo de $1, es uno de los más apetecidos por los clientes", indicó.
El artesano afirmó que, debido a los efectos de la crisis, sus ventas a los Estados Unidos, su principal comprador, han bajado hasta en un 60%. "Por eso hoy intentamos colocar nuestras artesanías en Europa", explicó.
Según cifras ofrecidas por los artesanos manabitas, cada mes colocaban hasta $25 mil en artesanías de tagua en los mercados estadounidenses. Hoy la crisis ha restado sus ventas hasta disminuir a los $4 000, por mes. "Espero que las exportaciones no decaigan más. Confiamos en las medidas económicas aplicadas por el Gobierno de los EEUU", aseguró el comerciante.
De su lado, Fabricio Solórzano, otro exportador de artesanías de marfil vegetal, se mostró menos pesimista que Román. "Creo que en los EEUU nos van a volver a comprar el mismo volumen que antes", recalcó.
Un producto renovable
Las artesanías de tagua ecuatorianas se expenden en tiendas de Nueva York, Washington, Miami, Chicago, Tampa y Baltimore. "Las figuras más apetecidas son las de la fauna de Galápagos", manifestó Solórzano. También se confeccionan llaveros, vinchas, aretes, pulseras y fichas de ajedrez. Los precios de los productos están entre $1 y $300. En el Ecuador existen 200 artesanos dedicados a la elaboración de artesanías de la tagua. Manta, Montecristi y Sosote, ubicados en la provincia de Manabí, son los mayores productores.
La tagua es conocida también como marfil vegetal y es el fruto seco de una especie de palma, de 5 a 6 metros de altura, que crece en los bosques tropicales al norte de Sudamérica.
Fue uno de los primeros productos agrícolas ecuatorianos de exportación. La comercialización se inició con un cargamento a Alemania, donde se descubrió el uso de este insumo para la elaboración de botones. Con el tiempo se encontraron otras aplicaciones como la elaboración de artesanías.
Las principales zonas de cultivo de los árboles de tagua en el Ecuador se encuentran en Manabí y Esmeraldas. Este producto vegetal es completamente renovable y ecológico. Sus residuos sirven, inclusive, como ingredientes para alimentos balanceados. (AM)
martes, 31 de marzo de 2009
La tagua se enfrenta a la crisis global
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